Por Ascensión Ramirez Cagigas Psicóloga y Psicoterapeuta
- Metáfora de las estrellas y planetas, eclipses y otros fenómenos.
- Qué son los modelos del amor
- Tipos de modelos
- Cómo nos influyen en nuestras elecciones y en el desarrollo de expectativas de la relación de pareja
- La construcción del nuevo modelo de igualdad, la intersección vital
2ª Charla coloquio organizada por el taller Ateneo de Ejercicios de Bioenergética.
Ciclo “HABLEMOS DE AMOR”.
Metáfora de las estrellas y planetas , eclipses y otros fenómenos
En el universo está el vacío y el lleno, lo cierto es que parece vacío, aunque solo sea de aire irrespirable, quizás sea un espacio inimaginable. Desde nuestro planeta podemos observar, con un telescopio, a veces yéndonos al campo para ver el firmamento con claridad, algunos fenómenos y millones de formaciones de nuestra vía láctea latiendo y emitiendo una luz que, posiblemente sea de una estrella que ya no exista debido a la distancia tan enorme desde que emitió su luz.
En este entramado cósmico existen de vez en cuando uniones, separaciones y los movimientos de coincidencia. Es el eclipse el más curioso de observar desde La Tierra. Cuando la luna se interpone entre el Sol y La Tierra se produce el eclipse lunar, aunque solo sea durante un instante, la luna se observa perdida en el Sol u oscureciéndolo. Así también son las relaciones de pareja, a veces están en pleno eclipse donde la luna y el sol no se distinguen, ni se diferencian, fundidas, fusionadas. Cuando el eclipse pasa llega la separación en la que parece que los distintos cuerpos celestes consiguen su propia identidad. Sin embargo, ¿qué ocurre cuándo el eclipse es parcial?, todos podemos acercarnos y admirar el acercamiento u alejamiento y sentir algo especial e importante, emocionante al notar esa conexión entre dos astros tan especiales.
¿Quizás tengamos nuestra forma favorita de observar las luces, sombras y penumbras entrecruzándose? Puede que sea una forma conocida, ¿nos suena?
Nuestros modelos del amor son dinámicos como el universo, se mueven continuamente, para nosotros solo existe uno y es el que aprendimos con nuestros padres o referentes. El modelo de familia, de pareja, de existencia y de relación hombre-mujer, mujer-mujer, hombre-hombre. Ese modelo o el contrario, según fue entendido o transformado.
Tendemos a reproducir de manera inconsciente lo que vivimos y dónde nos criamos. Sin pensar, nos quedamos con una forma de interrelación y consideramos que para todos es igual. Esas son las diferencias entre cada miembro de un par. Resumiendo, los encuentros y desencuentros amorosos nos influyen pues nos recuerdan cuánto de bueno fue para nosotros ese hogar que imaginábamos seguro, que es posible que lo fuera y que, quizás, para una minoría lo haya sido.
Qué son los modelos del amor.
El modelado que recibimos de nuestra familia de origen nos marca profundamente, tanto es así que aunque reneguemos por algo destructivo que haya sucedido, hacemos lo posible, sin darnos cuenta, por reproducir esos vínculos amorosos y así poder seguir buscando experimentar PERTENENCIA.
Pertenecer es básico para nuestra especie pues somos seres sociales, gregarios, necesitamos de los otros, miembros de nuestra especie, para sobrevivir. El vínculo afectivo favorece la unión, aunque también la necesidad de explorar la separación. Marcela Lagarde es una gran luchadora e ideóloga de la evolución femenina. Analiza en su trabajo “Para mis socias de la Vida”, las distintas formas amorosas a lo largo de la historia. Me llama la atención su profundización en los lazos amorosos destructivos provocados por el miedo a perder al otro, a quererlo controlar, a existir solo. Lo que Fina Sanz define como inclusión.